Detrás de todo proyecto hay un plan estratégico por cumplirse, el proyecto es solo un vehículo para lograr la estrategia que plantea la organización.
Una vez que se definen los objetivos estratégicos organizacionales, se identifican las iniciativas que nos llevarán a conseguir dichos objetivos, y seleccionamos la iniciativa que demuestra ser el camino más efectivo para cada propósito, dando origen a la integración del portafolio de proyectos estratégicos.
Sin embargo, lo más importante en la organización para el cumplimiento del plan estratégico no es la generación de proyectos, sino la ejecución efectiva para lograr de cada uno de ellos el beneficio esperado. Es aquí donde entra la importancia de la administración de proyectos, para conocer la aportación de estos con la estrategia, no sólo en términos del tiempo y de la inversión económica comparados con el plan, sino del logro de beneficios con cada uno de ellos para apoyar la estrategia.
Así, a través de una buena administración de proyectos y del portafolio de proyectos de la organización, será más probable alcanzar las metas organizacionales. Cada proyecto requiere una inversión y se le demandará el beneficio. La administración de proyectos permitirá ver esto en todo momento a lo largo de la ejecución de cada proyecto.
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